miércoles, 18 de noviembre de 2015

Cantata Caxamarca

Una Cantata a Cajamarca, escrita y compuesta por mí fue anunciada hace años en este blog. La Historia necesitaba un acto que cerrara las heridas, que nos hiciera entender quiénes somos y adónde vamos. Cajamarca y el Perú necesitaban entender que ambas sangres: la de los indios y la de los españoles, se mezclaron en ese momento terrible del 16 de noviembre de 1532, para comenzar una nueva raza y el concepto de un nuevo país. Ahora, la cantata es real, se dio gracias al aporte de muchas personas. Me siento honrado por ese privilegio. Más de trescientos artistas. Música sinfónica, una puesta en escena fastuosa. Qué gran regalo de la vida. Muchas gracias a todos.

lunes, 4 de febrero de 2013


Dimensiones

Nuestra vida tiene muchas dimensiones: individual, social, de especie y cósmica, son algunas de ellas. Cada una de estas tiene su propia dinámica, su propia lógica y sus propios paradigmas. Tal como sucede con las leyes físicas, una dimensión del acontecer va incorporando a otra. El tiempo lineal no es el mismo que el tiempo cósmico.

Desgraciadamente el mundo actual suele imponernos una dimensión sobre las demás. Esto trae mucho sufrimiento porque nos hace percibir solo una parte de nosotros mismos y de las cosas.

El problema es si la dimensión individual nos impide vernos como seres sociales. O si la dimensión social impide respetar la dimensión individual. El problema es que esa dualidad no resuelta nos imposibilita apreciarnos como especie o como seres cósmicos.

Los regímenes políticos que priorizan a la sociedad sobre el individuo limitan una de las dimensiones más importantes del hombre que es la dimensión individual.

Los regímenes que solo conciben al hombre como individuos y no consideran el todo social, crean individuos de un desproporcionado egoísmo, que a la larga viven en una gran infelicidad y la generan sobre los demás.

Si defiendo mi individualidad, aunque esta haga daño a  la sociedad, entonces no estoy siendo justo conmigo ni con los demás.

Si defiendo la sociedad, aunque esta oprima al individuo, hago daño al hombre y, a la larga, también a la sociedad.

Lo mismo sucede con la falta de una perspectiva de compromiso con nuestro medio ambiente y con  la falta de entendimiento acerca de nuestra dimensión sagrada, fuera de las nociones de tiempo y espacio.

Esta falta de equilibrio hará que no seamos capaces de entender nuestra responsabilidad como especie y nuestra misión espiritual de acceso a la armonía universal.

No podemos ser completos si no existe una armonía entre todos los niveles de existencia. Porque para percibirnos, finalmente, como seres cósmicos, insertos en una realidad que es múltiple y unívoca, es necesario conjugar todas nuestras realidades, hacerlas una y construir un verdadero yo, libre de ataduras y pleno de sentido.

lunes, 20 de julio de 2009

¿Qué es un golpe de estado?

La OEA ha demostrado a lo largo de su existencia tener solo una importancia relativa, que se limita a declaraciones de apoyo y condena a sus países miembros en circunstancias de caos e incertidumbre. Tal como lo demuestran los hechos con Honduras, no puede esta organización influir de modo decisivo en ningún gobierno, por pequeño que sea.

Sin embargo, es necesario fijar las verdaderas definiciones que deberían tener estas condenas. Debería precisarse claramente a qué se refiere con Golpe de Estado.

Una de las definiciones que debían condenarse abiertamente, debe ser no solo el cambio de un gobierno determinado, usando la fuerza, sino también los intentos de perpetuación en el poder, usando los recursos del estado para ese fin.

Un gobierno que cambia la constitución para mantenerse en el poder está violentando la constitución y las reglas de juego en las que fue elegido. Se convierte, entonces, en una dictadura. No es jurídicamente aceptable esto en ningún país miembro de la OEA.

La OEA se ha limitado a verificar si, por ejemplo, se respeta el resultado electoral en las urnas, en las elecciones. Pero los fraudes se perpetran mucho antes que las elecciones mismas, en la manipulación de la opinión pública, la limitación del acceso a la información, el cierre de órganos de expresión, el uso de los medios y recursos del estado para fines electorales y el amedrentamiento de la oposición.

No toma esas características puntuales la OEA como las típicas de una dictadura. Es decir, no se atreve a calificar o a descalificar a los distintos tipos de gobierno. Por esa razón es casi un hazme reír de los dictadores. Parece que está más preocupada en una unión de todos los países americanos, aunque resulte estéril, que en una reunión solo de los países comprometidos con un sistema de gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos y ciudadanos.

Una propuesta realista es la unión de países comprometidos con algunos principios claves:

- La democracia representativa, con elecciones libres y transparentes
- La diferenciación e independencia de los poderes del estado: ejecutivo, legislativo, judicial y electoral
- La libertad de expresión
- La no reelección inmediata
- La igualdad de los ciudadanos ante la ley.

La no sujeción a estas características mínimas de convivencia y de respeto ciudadano constituye una violación a la carta que deben firmar los países verdaderamente democráticos.

Condenar un golpe de estado y no sujetarse a estas condiciones mínimas es pura hipocresía.

¿Qué es un golpe de estado?

La OEA ha demostrado a lo largo de su existencia tener solo una importancia relativa, que se limita a declaraciones de apoyo y condena a sus países miembros en circunstancias de caos e incertidumbre. Tal como lo demuestran los hechos con Honduras, no puede esta organización influir de modo decisivo en ningún gobierno, por pequeño que sea.

Sin embargo, es necesario fijar las verdaderas definiciones que deberían tener estas condenas. Debería precisarse claramente a qué se refiere con Golpe de Estado.

Una de las definiciones que debían condenarse abiertamente, debe ser no solo el cambio de un gobierno determinado, usando la fuerza, sino también los intentos de perpetuación en el poder, usando los recursos del estado para ese fin.

Un gobierno que cambia la constitución para mantenerse en el poder está violentando la constitución y las reglas de juego en las que fue elegido. No es jurídicamente aceptable esto en ningún país miembro de la OEA.

La OEA se ha limitado a verificar si, por ejemplo, se respeta el resultado electoral en las urnas, en las elecciones. Pero los fraudes se perpetran mucho antes que las elecciones mismas, en la manipulación de la opinión pública, la limitación del acceso a la información, el cierre de órganos de expresión, el uso de los medios y recursos del estado para fines electorales y el amedrentamiento de la oposición.

No toma esas características puntuales la OEA como las típicas de una dictadura. Es decir, no se atreve a calificar o a descalificar a los distintos tipos de gobierno. Por esa razón es casi un hazme reír de los dictadores. Parece que está más preocupada en una unión de todos los países americanos, aunque resulte estéril, que en una reunión solo de los países comprometidos con un sistema de gobierno democrático y respetuoso de los derechos humanos y ciudadanos.

Una propuesta realista es la unión de países comprometidos con algunos principios claves:

- La democracia representativa, con elecciones libres y transparentes
- La diferenciación e independencia de los poderes del estado: ejecutivo, legislativo, judicial y electoral
- La libertad de expresión
- La no reelección inmediata
- La igualdad de los ciudadanos ante la ley.

La no sujeción a estas características mínimas de convivencia y de respeto ciudadano constituye una violación a la carta que deben firmar los países verdaderamente democráticos.

Condenar un golpe de estado y no sujetarse a estas condiciones mínimas es pura hipocresía.

viernes, 5 de junio de 2009

La selva: un enfrentamiento milenario

Desde la época de la Colonia, Lima y las ciudades de la costa, han vivido ajenas a lo que ocurre en el resto del Perú. Sin duda el poderoso avance de la economía de la Costa en general, en estos últimos lustros, proviene de una adaptación de su población a las necesidades del mercado moderno y globalizado. Supone la adaptación a la competencia, a patrones de consumo y a modelos de trabajo que implican una concepción integral de la vida. Esto ha traído, sin duda una lenta y beneficiosa incorporación a mejores condiciones de vida a muchas personas.

El previsible paro de la Amazonía es más que un típico enfrentamiento de clase, como dirían los marxistas. Es el enfrentamiento entre dos culturas con visiones opuestas y en gran medida incompatibles.

La visión de propiedad sobre la tierra de nuestra cultura occidental choca con aquella cosmovisión nativa en la que las fuerzas de la naturaleza forman parte integral del ser. Allí es impensable la privatización de la tierra, de los árboles o de las especies que habitan el mundo.

Han comenzado ya enfrentamientos, a consecuencia del paro nativo, con lamentables muertes de uno y otro lado. Por esta razón hace falta no solo diálogo, sino una apertura de ambas partes.

No puede pedirse confianza mutua, pues no hay puntos de contacto. Hay que construir esos lazos y hacer esto con sabiduría y mucha paciencia, porque de otro modo se degenerará en un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias. Hoy no es posible que una de las visiones se imponga sobre la otra.

Es importante anotar que el cuidado del medio ambiente, una de las causas de este desencuentro, es un valor absoluto que debe ser considerado en primer lugar. La desaparición de especies, la contaminación de los ríos, el usufructo del conocimiento ancestral constituyen puntos determinantes en esta crisis. Es decir, el respeto a las necesidades no solo de la selva, sino del planeta entero. Por eso, deberá agregarse este punto como un aporte sustancial en el debate.

Sin duda, el uso de los recursos naturales es un elemento fundamental y es patrimonio de todos los peruanos. Esos recursos, están también en el subsuelo. En tal sentido, es evidente que debe buscarse una solución armónica y justa que satisfaga las necesidades del país y de las personas.

No es tiempo de soluciones simples. Hace falta una profunda visión integradora que implique un modelo de desarrollo y que encuentre puntos de convivencia coherentes.
Debe, entonces, convocarse con urgencia a los especialistas más connotados: antropólogos, ecologistas, etnólogos e ingenieros para desarrollar una propuesta coherente que respete las necesidades de los pueblos y las posibilidades de desarrollo.

Estamos hablando no solo de una crisis coyuntural, sino del devenir de los pueblos y del futuro de nuestro planeta.

martes, 14 de abril de 2009

No te piques III

¿Qué pasará en los siguientes juicios que le esperan al tirano?

La política y el poder judicial, son, como el ser humano, impredecibles.

Imagino, sin embargo, a un reo silencioso, sin ánimo ya de defenderse, desgastado, mirando a sus jueces y casi implorando, no ya absolución, sino que lo dejen en paz.
Imagino a un hombre enfrentado a su conciencia; aquella tantas veces pospuesta conciencia que es implacable y que carcome el alma.

Veo también a unas tribunas algo compadecidas, pero también hastiadas de enfrentar en los jueces, a sus propias conciencias. Sin ganas de escuchar que no hay justificación para el robo, que no se debe chantajear, corromper, tergiversar ni manipular la verdad. Porque tocan esos deberes morales a todos los que roban en los mercados, a los que se quedan con todo lo que se encuentran en la calle, que corrompen policías, chantajean a sus mujeres y manipulan sus propias verdades para no darles cara.

Una vez que se acaben las gritas, cuando se aquieten un poco las aguas de la sentencia máxima por crímenes máximos, entonces, veremos a un pueblo algo triste, inconsolable, porque sus mecanismos de defensa no funcionan cuando se enfrenta a su propia justicia. Aquella justicia que habita en lo más profundo del alma.

Recordaremos que hubo un tiempo en que se terminó con los valores morales, que se llenó de basura la televisión y la prensa, a sabiendas, para corromper el pensamiento del hombre, que se privatizó y se dispendió el dinero público para un populismo que aun hoy tiene efecto en las intenciones de voto. Y se acabó con la dialéctica del pensamiento al acallar a todos los que discrepaban de un régimen de esa naturaleza.

Y entonces, los que creen que el Perú no puede funcionar sin una dictadura tendrán, aunque sea por un instante, que pensar que ese miedo a enfrentar las propias responsabilidades, es el que justifica la presencia de un padre autoritario que responda por nuestras debilidades.

El Perú tendrá que enfrentar la gran dicotomía entre el futuro y el pasado. Tendrá que dejar atrás la ignominiosa época en que fue gobernado por la corrupción. Pero también tendrá que verse en el espejo y enfrentar en su propio rostro el de alguien que representó todo lo que no queremos ver de nosotros mismos como sociedad.

No me hago ilusiones, sin embargo. Es fácil desviar la mirada, pensar en otras cosas. Es fácil echarles la culpa a los demás de nuestras propias faltas. Es fácil rehuir nuestras responsabilidades y buscar la mano protectora de los que intentan lo mismo, del grupo protector que impide que pensemos por nosotros mismos y que seamos, por fin quienes somos, solos ante nuestra soledad.

No te piques II

A ver, a ver. Al parecer, este señor es juzgado por varias cosas.

Lo condenaron por matar y secuestrar gente, usando el aparato del Estado. Dicen sus defensores que no hay pruebas. Los que sostienen eso, seamos sinceros, piensan in péctore, que se le debería perdonar, pues, aunque su culpabilidad es evidente, lo hizo para salvar al país. (¡Vaya salvación!).

Ahora se le hace un nuevo juicio por ladrón: Le dio quince millones de dólares a su asesor, como agradecimiento por sus invalorables servicios al país. Fue, obviamente, una entrega de dinero ilegal, tramposa. Algo a lo que, seguramente estaba acostumbrado.

Fue, también creen ellos, para salvar al país de un golpe de estado. Digamos que si fue así, ¿cómo explica que este asesor haya llegado a tener tanto poder? ¿Quién se lo otorgó? ¿Por qué lo hizo? ¿Qué quería callar con esa entrega inmensa de dinero?

Y ¿cómo explica que todos los servidores que tenía, simplemente obedecieron su orden de pagarle, sabiendo que era ilegal?

Ese es el resultado de un estado manejado desde arriba por un todopoderoso dictador, en manos de un asesor corrupto. Así funcionan las cosas en tales regímenes. No hay controles y en vez de servidores, existen lacayos.

Como en el caso de Chile, más terrible para la gente, que matar, podría ser robar desde el gobierno. Luego de esta sentencia vergonzosa. Ya no podrán hablar de patriotismo. ¿Lo veremos nuevamente gritar su inocencia?

No lo creo. Es un político muy hábil. Seguramente se quedará callado. Hará creer que es una persecución política, que se hace para matar a su movimiento y a la candidatura de su hija. Esta vez sus partidarios no llorarán, ni se rasgarán las vestiduras. Esta vez quedará solo desacreditar a todo el sistema judicial.

Todos los jueces y los fiscales, todos los abogados lo odian, será su argumento. De nada servirá defenderse ante una persecución de esa magnitud.

Entonces vendrá la siguiente sentencia y seguramente será condenado nuevamente. Falta que explique por qué, de qué manera y con qué dinero compró los votos de congresistas electos. Y luego, tendrá el caso del periodismo corrupto que solventó.

Esta vez ya no saldrán a las calles. Solo habrá algunas declaraciones de sus más allegados. Porque, la verdad, a algunos se sentirán muy mal de defender ciertas cosas, no porque tengan sangre en la cara o dignidad, sino porque será torpe y poco provechoso hacerlo.

Bueno, dirán los inefables: al fin de cuentas, todos roban. Lo importante es que hizo obra. Lo malo es que no pueden decirlo en público. Tendrán que defenderlo en voz baja.
No importa, no importa, pensarán. La voz baja, la indignidad, también puede ganar elecciones.